Rectora Natacha Pino: “Reducir las brechas de género nos hace bien y es muy necesario”

Comparte

La autoridad de la Universidad de Aysén y encargada de la Comisión de Igualdad de Género del Consejo de Rectores reflexiona sobre el trabajo de la instancia y su impacto al interior de los espacios educativos.

Respecto a la presencia de académicas en cargos de alta responsabilidad, Natacha Pino manifiesta que es importante que “las propias comunidades universitarias se permitan ser lideradas por mujeres”.

Natacha Pino Acuña es Ingeniera Civil Industrial en la Universidad de La Frontera y en 2019 se transformó en la primera académica en Chile en ser electa rectora de la Universidad de Aysén, integrándose en septiembre de ese año al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH).

La rectora Pino fue la cuarta rectora en integrarse al CRUCH. Antes de ella estuvo Mónica Jiménez, rectora de la U. Católica de Temuco; y de la misma U. de Aysén, le antecedieron Roxana Pey y Teresa Marshall, quienes fueron nombradas en el cargo durante el proceso de instalación de la universidad, creada por ley en 2015.

Hoy, Pino también es vicepresidenta de la Agrupación de Universidades Regionales (AUR) -constituyéndose como la primera mujer en conformar parte del directorio-; e integrante de la Red de Investigadoras de Chile (RedI).

En el CRUCH, es la rectora encargada de la Gender Equality Commission, instancia que fue creada en 2018, tras las movilizaciones feministas que se generaron en varias universidades del Consejo.

Respecto a la comisión, conformada por las directoras de género de las universidades, la autoridad universitaria afirma que se trata de “una experiencia significativa de comprensión y trabajo conjunto”. Por un lado, representa una oportunidad para “conocer desde las propias directoras cómo los temas de género se instalan, trabajan y demandan en cada de nuestras universidades. De esa forma desde la comisión a través de los distintos ejes de trabajo se entregan orientaciones y se desarrollan actividades que aportan a avanzar en estas materias”.

Pino sostiene además que “conocer estas realidades permite transmitir de mejor manera a las rectoras y los rectores del Consejo lo necesario y urgente que es hacernos cargo de estos temas e impulsar desde nuestro rol las acciones necesarias, apoyando a nuestros equipos”.

La rectora de la U. de Aysén valora este espacio que permite “plantear temas de interés y desde ese espacio buscar el apoyo para iniciativas particulares que muchas veces requieren aunar criterios y voluntades, reconociéndonos como instituciones diversas pero todas comprometidas con el mismo fin: construir universidades comprometidas con la igualdad de género, la no discriminación y erradicación de la violencia”.

Cabe destacar que hace algunos meses, el grupo de trabajo liderado por Natacha Pino expuso ante la Comisión de Sistemas de Conocimientos, Culturas, Ciencia, Tecnología, Artes y Patrimonio de la Convención Constitucional, ocasión en la se planteó una propuesta de los principales aspectos que se debiesen contemplar en este ámbito en la nueva Carta Magna.

Convocar de forma más cercana

Durante 2021 se sumaron al CRUCH las rectoras de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Marisol Durán Santis, y de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), Elisa Araya Cortez. Ambas fueron pioneras en sus respectivas casas de estudios y lograron acceder a las rectorías con altas adhesiones.

A juicio de la rectora Pino, “sin duda que ser tres rectoras actualmente es un logro y un avance en los espacios universitarios, pero también que esto esté ocurriendo es un fiel reflejo de lo que ocurre en la sociedad actual. Hemos sido testigo de cómo emergen nuevos liderazgos a todo nivel, las mujeres hemos ido apareciendo en cargos de alta responsabilidad como cargos de elección popular, tenemos una convención paritaria y cada vez nuestras universidades se hacen parte de esos cambios también”.

Respecto a cómo lograr que más mujeres accedan a espacios de alta responsabilidad dentro de las instituciones educativas, la autoridad de la U. de Aysén plantea que una forma de contribuir “tiene que ver con el apoyo que podemos brindar quienes ya estamos en una posición de liderazgo y toma de decisión, en un espacio de poder generando desde ahí instancias de conversación, compartir experiencias con aquellas mujeres que sienten que es posible avanzar en ese camino y visibilizar hacia nuestras comunidades universitarias que estos cambios son posibles”.

Natacha Pino afirma que también se requiere de un cambio de mirada y que “las propias comunidades universitarias se permitan ser lideradas por mujeres. Todavía hay mucho prejuicio y se cree que las mujeres no somos capaces de asumir cargos de alta responsabilidad, que nos es difícil compatibilizar la vida familiar y el trabajo o que no tenemos el carácter o la fuerza suficiente para hacerlo. Pero les invito a abrirse a esa posibilidad: quiénes somos rectoras y lideramos las universidades creemos que es tiempo de convocar de forma más cercana, directa, transparente y sobre todo más humana, de cara a nuestras comunidades”.

Espacios educativos igualitarios

Más allá del acceso de mujeres a las esferas de liderazgo, se requiere democratizar todos los espacios de la vida comunitaria. “Reducir las brechas nos hace bien y es muy necesario”, sostiene la rectora de la U. de Aysén, quien agrega que “las brechas se expresan en muchos ámbitos de nuestro día a día universitario y es importante aprender a reconocerlos y sobre todo, a tomar acciones que permitan avanzar hacia espacios educativos más igualitarios”.

Natacha Pino precisa que este trabajo requiere de derribar estereotipos y avanzar en la búsqueda de la igualdad de oportunidades a través de acciones que contribuyan a flexibilizar el proceso formativo para las y los estudiantes que son madres y/o padres; implementar las condiciones necesarias para para conciliar de mejor manera la vida familiar y laboral o disminuir la brecha salarial.

“Si logramos avanzar en este sentido, estaremos contribuyendo a un espacio educativo más igualitario y generando un espacio laboral que nos cuida a todas y todos”, afirma Pino.

 

*Fotografía: Universidad de Aysén